Soy esposo de Alma y padre de Sofía y Regina Gatica.

Estudié psicología clínica en la Universidad Autónoma de Nuevo León, titulándome por excelencia académica. En el Centro de Investigación Familiar (CIFAC) realicé una maestría en terapia de pareja y familia, recibiendo mención honorífica. Fui entrenado por el Oregon Social Lerning Center & Centro de Investigación Familiar, para asesorar a padres en la crianza de sus hijas e hijos.

He sido docente en varias universidades entre ellas la Universidad Autónoma de Nuevo León; actualmente soy profesor de cátedra en el Tecnológico de Monterrey (campus Monterrey) en la licenciatura de Psicología Clínica y de la Salud, y en posgrado en la Universidad Regiomontana.

Llevo 18 años como servidor público en áreas como: hospital psiquiátrico, educación especial y la mayor parte del tiempo en protección a la infancia.

He tenido la oportunidad de capacitar en diferentes estados del país  a  servidores públicos, entre ellos a jueces de justicia penal para adolescentes, jueces de primera instancia en materia familiar y personal de las ahora fiscalías.

Actualmente coordino el área de Fortalecimiento a la Parentalidad de DIF Guadalupe, NL., donde lideré la creación y aplicación del modelo de atención psicosocial del Centro Integral para Niñas, Niños y Adolescentes (CINNA), considerado buena práctica de protección a la infancia a nivel nacional por el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia UNICEF.

Recibí el Premio Nuevoleonés en Psicología 2021, en la modalidad de Práctica Profesional por un desempeño de excelencia y responsabilidad social en la comunidad, otorgado por el Colegio de Psicólogos del Estado de Nuevo León. 

Ofrezco asesoría y terapia individual, de pareja y familia, en la que integro entre otras, herramientas del psicoanálisis, de diversas corrientes de terapia sistémica, teoría del apego y género.

Para mi hacer terapia es un acto de amor donde estoy al servicio de las necesidades de mis clientes, pero no para decirles lo que quieren escuchar, sino lo que necesitan escuchar, para que juntos, poniendo cada quien de su parte encontremos soluciones que les permitan tener una mayor calidad de vida. 

Estoy convencido que cada uno de mis clientes ocupa una asesoría o terapia a la medida, y afirmo que, en el proceso terapéutico no solo mis clientes crecen, yo también, grandes lecciones de vida las he recibido de ellas y ellos.